
El día se ha despertado caluroso, brillante, iluminado por una luz naranja que a veces se ausenta de las calles de LA. Cuando alguien pensó en una lluvia pertinaz debió pasar por esta ciudad, que se inunda y desaloja a cada rato, rebosa, se expande y contrae entre obras y palmeras.
Además, hoy tenemos un nuevo San Santiago, que a mi no me gusta por matamoros, sino por festivo y recordatorio. Felicidades a todos, para Chantiiiii, claro, que elimina las connotaciones dañinas del santo patrio y lo convierte es un adorable friki!!!!!
Hoy luce el sol, pero en cualquier momento las nubes que se ven al fondon comenzarán a tragarselo y descargarán el chorreo acuoso de litros y litros. Mientras, mucha gente carece de agua segura, porque este raudal de riqueza se pierde en los vericuetos de las canalizaciones, la falta de infraetsructura, y, simplemente, la naturaleza.
Esta semana ha sido intensa, pero la próxima lo va a ser aún más. Javi va a Quito, a eso que se llama hacer contactos, que el gusanillo escritor revolotea entre sus manos y necesita ponerse a la tarea. Lo bueno, es que su mente no deja nunca de trabajar, y con su constancia diaria ya conoce a la perfección quién es quién, de qué bandera es cada periódico, político, y por dónde va el rumbo noticioso de este país poliédrico en el que la realidad va por una parte y los periodistas por otra.
Yo, mientras tanto, me voy toda la semana de misión, pero afortunadamente no a cristianizar. A veces uno se siente un poco como esos pioneros, como un Kurtz abriendo rios explorados por tantos otros pero que a tus ojos es indómito y puro. Colonizas la tierra con tus botas de caucho sin experiencia, y te crees un descubridor de sabiduría aunque en realidad estés perdido entre el mundo cotidiano de aquéllos a los que visitas.
Va a ser muy interesante, porque toda una semana da para hablar con mucha gente, para escucharles, para que se rían contigo cuando el tiempo permite la calma de conversar. Y así descubres sus inquietudes, su mirada curiosa que se pregunta si España queda en Ecuador o en Colombia, o si el rey lleva corona y vive en un castillo.
En esos momentos, donde te ries con ellos, descubres también cuán distinto es su mundo. Y del mismo modo que los descubro ellos me descubren a mí, y montan y desmontan construcciones ideales sobre quién soy y cómo es aquella Atlántida de la que debo provenir.
No penseis, no obstante, que la pobreza anula la riqueza de las gentes, que son creativas, con inquietudes, que aspiran a mejorar para ellos y para quienes les rodean. Luchan, se adaptan, se moldean igual que ese río que traslada la frontera erosionando las dinámicas políticas.
La semana va a ser peculiar, sin duda, e intentaré que, a pesar de que la técnica nos va a aislar de internet (imaginadlo, una semana completa sin internet, y con teléfono de vez en cuando...), procuraré escribir, para que no se borren las sensaciones de esos atardeceres mágicos en el río Putumayo.
Hoy tendremos celebración, que mañana es el cumple de Pili, y gracias a este trabajo, interesante e intenso, va a tener que celebrarlo on the road. Así que hoy procuraremos que la noche lagoagriense sea poco agria y endulzada por jamón serrano made in Ecuador.
Os dedico besos, sol y el proyecto de arepas que voy a probar a hacer. Por si el retorno a la patria me lleva por los vericuetos caminos de buscar alguna ocupación paralela como la de la concina!!!!